Kenneth Corman, de 12 años, enterró a su padre maltratador en el jardín de su vieja casa familiar. La cosa que le había matado estaba dentro, acechando en la oscuridad de una habitación cerrada. Durante toda su corta vida, Kenneth había tenido la fuerte sensación de que había algo horrible morando en esa casa llena de secretos. Pero tenía que saber lo que había allí arriba. Tenía que saber qué había matado a su padre. Había llegado la hora de enfrentarse al horror que había tras esa puerta...