Komugi quiere que sean amigos, pero Rin (cuya verdadera forma es un zorro) le lanza unas palabras cargadas de significado. Por otro lado, Ôgami, a quien le molesta el acercamiento entre Rin y Komugi, poco a poco ha empezado a afrontar sus verdaderos sentimientos y las heridas del pasado de su corazón.