KANSAS, 1882. El sepulturero de Morrison, Elijah Stern, se ve obligado a abandonar su apacible refugio del cementerio para satisfacer su pasión por la lectura. Para ello, emprende un viaje hacia una modesta biblioteca que se encuentra en la gran ciudad más cercana: Kansas City. Lo que él no imagina es que la aventura que comienza siendo una breve excursión de ida y vuelta se terminará convirtiendo en un desfile de extraños personajes cuando, nada más poner un pie en la ciudad, se ve acorralado en un callejón y despojado de su mula, su dinero y sus botas... Frédéric y Julien Maffre recuperan la figura marginal y misteriosa del sepulturero, y nos ofrecen un wéstern clásico pero con personajes atípicos. Un soplo de aire fresco que demuestra que el género aún tiene mucho que decir y que lo sitúan junto a títulos como Undertaker o Texas Cowboys.